Chía

Semillas de chia

No todo lo que comemos es alimento. Alimentarse es algo más que ingerir un producto. Alimentarse es un arte.

Erich Fromm nos hablaba de la diferencia entre la cultura del ser o la cultura del tener. Es mejor tener menos, pero de buena calidad. Es importante ser un poco minimalista en el arte de alimentarse, comer bien pero sano. Sócrates en el siglo V a. C. recomendó que la persona sólo debe comer cuanto tiene hambre y beber cuando tiene sed.

No sólo la calidad de los alimentos que ingerimos son importantes a la hora de practicar el arte de la alimentación, nuestra actitud frente a la mesa es de vital importancia, según explica Bruce Lipton, autor de La Biología de la Creencia, nuestros pensamientos afectan a nuestros genes. Masticar, insalivar poniendo consciencia, estando en el presente, sabiendo lo que estamos haciendo, de forma tranquila, respirando de manera relajada, agradeciendo a los alimentos la energía que nos dan, es algo más que alimentarse, es una actitud frente a la vida.

Pretendemos en esta sección, acercarles a esos alimentos, fuentes de vida, que nos proporciona la tierra y que tiene grandes propiedades, pero que muchas veces son poco conocidas.

En esta ocasión nos vamos hasta México y Guatemala, grandes productores y consumidores de Chía, el alimento al que nos referimos.

La maravillosa chía es una fuente de proteínas, calcio, potasio, antioxidantes, hierro y omega 3, todos ellos necesarios en nuestra dieta, el consumo de chía es beneficioso en la prevención de enfermedades degenerativas, además nos proporciona energía y regula los niveles de azúcar, es también un regulador intestinal, las semillas con su acción gelificante mantienen la sensación de saciedad durante horas, siendo útil para la perdida de peso.

Se cultiva para aprovechar como alimento sus semillas, que remojadas en agua liberan el mucílago, y producen un líquido de consistencia espesa, parecido a una gelatina, que posteriormente se saboriza con zumos, leche o esencias,

En nuestro interés por llegar a todos los que comparten la sombra del Baobab, destacar que está ausente de gluten, por lo que puede ser empleada en la dieta de los celiacos.

Podemos utilizar la harina que se extrae de las semillas una vez secas y molidas, llamada pinole, principalmente en repostería. También las semillas, sin necesidad de ser remojadas se pueden utilizar en ensaladas, yogures o en la elaboración de panes. Los brotes tiernos de la planta se pueden consumir crudos o cocidos, por ejemplo en ensaladas. En México se elabora una especie de limonada, añadiendo a un vaso de agua media cucharadita de semillas de chía, se deja reposar diez minutos y ya está lista para el consumo, conseguiremos una rica agua de chía con dos texturas, una líquida y otra más gelatinosa.

Podemos ser creativos y utilizarla de muy diversas formas, les agradeceríamos que compartan sus usos y recetas. Nosotros elaboramos un postre a base de leche de almendras, semillas de chía y esencia de vainilla, que compartimos con todos aquellos que se acercan al baobab o a quienes lo disfrutan desde la distancia.

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