Como cada año el Invierno nos viene a visitar. Este año parece que está más delgado, como si hubiese dado un estirón. ¿Estará preocupado por el deshielo de los casquetes polares, o el aumento de la desertificación?
Su voz sigue siendo profunda y aterciopelada, por supuesto, las pocas veces que habla, porque él es algo reservado y muy discreto. Yo no diría que es tímido, ni seco; es melancólico, a veces algo circunspecto y siempre acogedor. Sobre todo es muy familiar, cada año ahí esta él, invitándonos a caminar hacia dentro, a mirar donde a veces no queremos ver. Es un buen amigo, y nos puede llevar en las noches más frías al calor más dulce y deseado, el del recuerdo.
Bienvenido seas cálido Invierno a nuestro Baobab.
Pino Azaña